Después de todo, el sexo fetal depende de si el espermatozoide lleva un cromosoma sexual X o Y. ¿Quieres saber por qué? Todo está en este artículo, donde también te hablamos de los nuevos métodos para saber el sexo de tu bebé antes de la ecografía de las 16 semanas. 

¿Cuál es la diferencia genética entre un embrión femenino y uno masculino?

En cada una de nuestras células, los seres humanos tenemos 23 pares de cromosomas (en total, 46 cromosomas).

Los primeros 22 pares de cromosomas se denominan “autosómicos” y son iguales en ambos sexos. 

Sin embargo, los cromosomas del par 23 son diferentes en hombres y mujeres y se denominan cromosomas sexuales: 

• Par 23 cromosomas en mujeres: XX.
• Par 23 cromosomas en varones: XY.

La probabilidad de tener un niño o una niña según la genética 

En primer lugar, debemos hablar un poco sobre la gametogénesis, que es el proceso en el que se generan las células sexuales. Es decir, espermatozoides en el caso de los hombres y óvulos en las mujeres.

Estas células sexuales, es decir, el óvulo y el espermatozoide, no contienen 23 pares de cromosomas como el resto de las células del cuerpo, sino que tienen 23 cromosomas cada una. Por lo tanto, cuando un espermatozoide fertiliza un óvulo, forma un cigoto que tendrá los 46 cromosomas , 23 de la madre y 23 del padre.

Los óvulos siempre tienen un cromosoma sexual X porque, como se explicó anteriormente, las mujeres tienen dos cromosomas X. El esperma, sin embargo, puede tener un cromosoma X o Y. Por tanto, si un espermatozoide con cromosoma X fecunda un óvulo, el cigoto resultante será femenino (XX). Por el contrario, si el espermatozoide que fecunda al óvulo tiene un cromosoma Y, el cigoto será masculino (XY).  En definitiva, genéticamente, la  probabilidad de tener un niño o una niña  depende de si el espermatozoide que fecunda el óvulo es X o Y.

¿Qué factores pueden influir en este proceso?

Aunque es un proceso aleatorio, algunos estudios sugieren que la probabilidad de tener un niño o una niña está influenciada por el día en que se produce el coito en relación con la ovulación.

Esto se debe a que los espermatozoides con una copia Y y X tienen algunas características diferentes: 

• Espermatozoides Y: son más rápidos pero sobreviven menos tiempo en el aparato genital femenino. 
• Espermatozoides X: son más lentos, pero son más resistentes y por lo tanto sobreviven más tiempo.  

¿Puedes “elegir” el sexo de tu bebé? 

Teniendo en cuenta los hechos mencionados anteriormente, existen dos hipótesis que pueden influir en la probabilidad de tener un niño o una niña:

Velocidad: dado que los espermatozoides que contienen el cromosoma Y son más rápidos que los que contienen el cromosoma X, si el óvulo está en la trompa de Falopio en el momento de la relación sexual, hay una mayor probabilidad de que un espermatozoide Y lo alcance y lo fecunde, lo que significa que hay un mayor probabilidad de que el bebé sea un niño. 

Longevidad: dado que los espermatozoides que contienen el cromosoma X pueden vivir más tiempo en el tracto genital femenino, si el óvulo no está en la trompa de Falopio en el momento de la relación sexual, los espermatozoides con un cromosoma X podrán sobrevivir más tiempo hasta que el óvulo alcance el trompa de Falopio. Por lo tanto, esto aumenta la posibilidad de que el bebé sea una niña.

En definitiva, estas dos hipótesis explican que si la relación sexual se produce cuando ya se ha producido la ovulación, los cromosomas copia Y llegarán antes al óvulo y la probabilidad de tener un varón será mayor, mientras que si se produce antes de la ovulación aumentará la posibilidades de tener una niña. Esto se debe a que los cromosomas de copia X pueden sobrevivir durante más tiempo mientras el óvulo llega a las trompas de Falopio.

Sin embargo, no olvides que estas son solo hipótesis, e incluso si sabes cuándo estás ovulando (que puedes averiguarlo usando una prueba de ovulación) y decides probar estos métodos, no hay garantía de que el bebé realmente lo esté. un sexo o el otro.

Este artículo está basado en el original escrito por Paula Penedo del Departamento Científico, Veritas Int.